A propósito de los espejismos

Luisa Fernanda Buitrago Ramírez.


Un día entendí de cerca que el millonario estaba en la ruina, que el famoso intelectual no era más que un charlatán y que mi peor enemigo era un espejo roto.

El tiempo y la perseverancia tienen la última palabra, es sólo cuestión de tomarse los instantes necesarios para conocer al otro y develar así su esencia o sus pantanos. Me pasó una vez con un joven que tenía su propio negocio en un interesante sector de la ciudad... buena música, deliciosa comida, un ambiente como para recomendar.

Un día le dije:
-¿Y tu café? ¿Cómo va?. 
La respuesta fue simple:
-No, nada. Se acabó.

No hubo más respuesta, ninguna otra explicación; la fama de emprendedor y berraco se devanecía en la falta de argumentos para la desaparición de un sueño.

Así como los acontecimientos recientes del top 10 judicial en el país: prestigioso abogado condenado, político narcotraficante, policía asesino o líder de banda de atracadores, miembro de fiscalías corrupto... Todo también con la misma respuesta:


-No, Nada. Se acabó.

Ya lo cogieron, ya lo pillaron, se cayó la coartada...
(personajes que un día fueron de honor... y ahora...¿?¿? )

¡¡¡Y uno todavía pensando que no es momento de actuar!!!

Entre otras cosas y divagando un poco, espero no estar presenciando poco a poco a poco las tras-escena del poder que deja pendiendo de un hilo toda la estructura estatal.




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